Como fotógrafa o videografa, independientemente de con quién te cases o dónde elijas hacerlo, lo que me importa es la experiencia, que os sintáis con confianza y comodidad para decirme cómo será vuestro día. Cuanto más auténtica sea vuestra boda, más importantes y reales serán los recuerdos que obtendréis de ella. Capturaré lo que pasa ese día para que puedas recurrir a esas imágenes cada vez que quieras. Las emociones, las lágrimas, la complicidad, los bailes, los momentos que los nervios no os dejaron ver… Para mí sería un placer formar parte de este día y ayudarte a revivir tu historia.
Aunque hablaremos largo y tendido de la boda, una buena forma para conocernos, tomar confianza y acostumbrarse a la cámara es la Preboda. Es el momento de ser totalmente vosotros, vistiendo como más os gusta, enseñándome esos lugares que os gustan o cómo pasáis el rato. La ventaja es que adelantáis muchísimo de cara el día de la boda, estaréis más relajados, perderéis el miedo a la cámara, os acostumbrareis a mí, vamos a pasar muchas horas juntos el día de la boda, estaría bien conocerse antes de ella ¿no? Una preboda también sirve para que disfrutéis, el momento perfecto para animaros con una sesión de pareja o la excusa perfecta para viajar y hacerla en un destino que os guste.
En cualquier caso, lo que puedes hacer es escribirme o llamarme y lo hablamos. Estaría encantada de formar parte de uno de tus momentos especiales de la vida.